La derrota de este domingo en A Malata puso negro sobre blanco las debilidades de la plantilla actual del Sporting. A falta de tres días para que cierre el mercado de fichajes, la sensación de que falta mucho trabajo por hacer es evidente entre una afición cada vez más descontenta, por mucho que desde el club se llame a la calma.
Distintos estamentos del club han dejado muy claro que las dos posiciones que necesitan reforzar en esta recta final de mercado son la delantera y el centro del campo. Parece difícil que puedan hacerse las dos operaciones -toda vez que la salida de Campuzano rumbo a Málaga se ha enquistado-.
La prioridad parece estar en la posición de nueve, toda vez que Ignacio Jeraldino no gusta ni al entrenador ni a la dirección deportiva. Como adelantó Ramírez en rueda de prensa, el club tendrá como prioridad el mercado nacional para encontrar un nueve y, tal y como asegura El Comercio, está en conversaciones con el Alavés para traerse a Miguel de la Fuente.
En el caso de que no prospere la opción del delantero vallisoletano, el club tiene en la recámara a Mamadou Sylla, también del equipo babazorro, y que pretenden más equipos de LALIGA Hypermotion como el Racing de Santander.
Se da la casualidad que el Alavés quiere liberar fichas en la delantera para poder acometer la cesión de Jon Karrikaburu, otro delantero que estaba en la agenda del Sporting pero que apurará sus opciones de jugar en LALIGA EA Sports.
Tras la salida de Pedro Díaz el Sporting quería buscar un centrocampista con cierta experiencia, pero ha visto cómo todas las opciones que manejaban se han ido cayendo. Agus Medina firmó con el Albacete y Rubén Pardo fue confirmado este martes como nuevo jugador del Aris de Salónica.
Por tanto, Miguel Ángel Ramírez tendrá que devanarse los sesos para inventarse un nuevo centrocampista: ya retrasando a Fran Villalba o adelantando a Róber Pier para que haga las veces de José Marsá.
Por lo menos el Cádiz CF ha retirado el interés por Jonathan Varane, así que el problema no será mucho peor.