Xavi Hernández sigue insistiendo para reforzar la posición de pivote defensivo. Cree que una de las asignaturas pendientes en el Barça es encontrar a un sucesor de plenas garantías para Sergio Busquets, que dejó un vacío enorme con su fuga al Inter de Miami de la Major League Soccer. Oriol Romeu fue una solución ‘low cost’, y por el momento no está ofreciendo un mal rendimiento en absoluto, pero la realidad es que no puede ser la única alternativa en ese puesto.
Frenkie de Jong, por su parte, puede jugar sin problemas en ese rol, pero lo cierto es que se siente más cómodo teniendo libertad de movimientos para poder incorporarse al ataque, y no ser el ancla del equipo. El técnico catalán ha ordenado a Joan Laporta que inicie la búsqueda de un crack para ejercer esa función, y son varios los nombres que existen en la agenda, entre los que se puede mencionar a Martín Zubimendi, Joshua Kimmich o Rodrigo Hernández.
Pero la opción que había ganado fuerza durante las últimas semanas era la que tenía como protagonista a Joao Palhinha. No es una estrella mundial, no obstante, el brillante rendimiento que ha mostrado desde que aterrizó en la Premier League le ha servido para colarse en los planes de algunas de las escuadras más importantes del continente. De hecho, estuvo muy cerca de marcharse al Bayern de Múnich, una operación que se vino abajo a última hora.
En el Camp Nou no pierden de vista la situación del centrocampista del Fulham, que es del completo agrado de Xavi, al tener unas condiciones físicas, técnicas y mentales muy similares a las de Busquets. Aunque como ha explicado el diario ‘Mundo Deportivo’, parece realmente complicado que puedan conseguir la firma del internacional portugués, que se muestra mucho más partidario de irse al Allianz Arena, o al Manchester United, su otro gran admirador.
Además, el elevado coste de la operación, de unos 65 millones de euros, hace que sea casi imposible para el Barça poder pagarla.