El mercado invernal tiene una urgencia común para el Real Madrid y el FC Barcelona: un delantero. Mientras que el conjunto de Carlo Ancelotti cuenta con la larga lesión de Vinicius Júnior hasta el próximo mes de enero y Xavi Hernández necesita un reemplazo de Robert Lewandowski con Vítor Roque como principal objetivo, ninguno de los dos equipos renuncia a aprovechar algún chollo para hacer un refuerzo a comienzos de 2024.
Un escenario en el que ya han echado el ojo al mismo futbolista que se ha convertido en los últimos años en unos de los hombres de confianza de Jurgen Klopp: Luis Díaz.
Después de unas semanas complicadas para el colombiano después de que sus padres estuvieran secuestrados en su país natal, el atacante del Liverpool ya ha dejado sus problemas familiares para poder centrarse de nuevo el fútbol. Con desborde y velocidad como extremo izquierdo, su llegada a cualquiera de los dos serviría para tener un fondo de armario para continuar en la pelea por todos los títulos de la temporada.
Los 'reds' lo ficharon del Oporto en verano de 2021 por 47 millones de euros y en su primera temporada en Inglaterra anotó 22 goles y repartió once asistencias. Sin embargo, sus números fueron decreciendo junto con el desplome del equipo de Anfield, con solo cinco dianas y tres pases de gol en la siguiente temporada.
En su tercera temporada bajo las órdenes de Klopp, Luis Díaz suma cuatro goles en quince partidos, pero su valor de mercado se sitúa en 75 millones de euros, una cantidad que ni merengues ni culés están dispuestos a estudiar. Aun así, el periodista Ekrem Konur, Real Madrid y FC Barcelona han preguntado la posibilidad de su fichaje, ya sea a corto o largo plazo.
Ante el doble interés, la postura del Liverpool no es nada esperanzadora para que consigan su refuerzo a mitad de temporada, ya que la postura del club inglés es no dejarle salir en la ventana de enero. Una posible estrategia para que mejore sus números y pueda sacar más dinero por su traspaso.
Por el momento, el entorno familiar pone la ventaja a uno de los dos, pero ninguno abandonará la puja si se pone a tiro.