Se acerca el verano y, con él, los exámenes finales. En el Sevilla, como en la mayoría de equipos de la élite, el final de curso llegará antes que para los jóvenes estudiantes y es por eso que jugadores como Lucién Agoumé, cedido en Nervión, afronta a partir de este próximo fin de semana los tests finales para ganarse un puesto en el Sánchez-Pizjuán.
Con Víctor Orta buscando métodos, fórmulas y jugadores para su nuevo proyecto, en Nervión no olvidan que Lucien Agoumé, por perfil, encaja a la perfección en todo lo que el Sevilla quiere para el próximo curso: juventud, hambre, revancha y posibilidad de plusvalía. El principal problema, eso sí, es su precio... aunque aún podría bajar.
El futbolista cedido por el Inter cuenta con el dudoso honor de ser el único hombre captado por Víctor Orta el pasado mercado invernal que ha tenido la confianza de Quique Sánchez Flores y es que el pivote, condicionado por su lesión, ha participado en cinco encuentros y se espera que de aquí a final de temporada, más tras la lesión de Sow, sume algunos más.
Si Agoumé confirma las primeras sensaciones mostradas y Quique Sánchez Flores continúa en el cargo, a buen seguro, su nombre aparecerá en las charlas entre el técnico y Víctor Orta.
Su físico le permite ir un paso por delante de sus rivales y el ex del Getafe le ve como el hombre ideal para el pivote defensivo. Además, llegaría con apenas 21 años, conociendo el club, la competición -aunque sea de manera leve- y con la necesidad de demostrar que todo lo que un día se escribió y se habló de él, era verdad.
El Sevilla acordó con el Inter una opción de compra cercana a los ocho millones de euros, pero ya desde Italia contaban la pasada semana que, dado el caso, los de Milan estarían dispuestos a rebajar sus pretensiones hasta los cinco kilos.
Esos cinco millones, evidente, podrían aún ser caros para la debilitada economía blanquirroja, pero sí permitiría a Víctor Orta y a su equipo, si así lo deciden, renegociar los términos de la cesión en busca de una operación mucho más ventajosa.
Será el propio futbolista, de aquí a final de temporada, el que demuestre su verdadero precio. Si se sale, si firma unas jornadas inolvidables, la burbuja subirá y será prácticamente imposible tenerle aquí el próximo año. Si rinde bien y sin demasiadas luces... igual los de Nervión tienen opciones de contar con él una vez más.