Andreas Christensen se ha ganado la confianza absoluta del barcelonismo. Después de una temporada complicada para el Barcelona, el danés fue uno de los mejores del equipo en toda la temporada y eso ha hecho que el club haya mantenido conversaciones con él para asegurar de que seguirán vistiendo los colores azulgranas un año más.
La razón por la que se produjo ese reunión se debe a la planificación deportiva, que está mirando en el mercado un pivote para traer este verano ya que en los esquemas de Hansi Flick siempre figuran hasta dos "cincos" en la medular. Y es que en el conjunto culé han encontrado en Christensen un jugador que cumple con garantías en esa posición.
En la primera parte de la pasada campaña ejerció de central pero el 'overbooking' en esa posición terminó desplazándole al puesto de pivote ante la cruz que tenía Oriol Romeu para ser titular. Un experimento de Xavi Hernández que tuvo éxito, un jugador que va bien al corte y con personalidad en los balones divididos.
Un futbolista que trabaja en silencio y que se ha adaptado siempre que se lo ha pedido el club, y eso es algo que ha gustado mucho. Llegó libre en verano de 2022 y se ha ganado un hueco de titular indiscutible, impulsado por goles en partidos importantes como ante el PSG o Real Madrid.
Al contrario de lo que ocurre con otros casos como Araujo, Koundé o Raphinha, el internacional con Dinamarca no está entre los seleccionados para estar en venta...y ofertas no le faltarían. Mercados como el de Arabia Saudí encajarían proponiéndole una oferta que, según Marca, sería entre los 30 y 40 millones de euros.
Toda una tentación para hacer caja con él y pensar en el fichaje de Josua Kimmich. Sin embargo, ni Joan Laporta ni Deco valoran esa posibilidad por su importancia en la construcción de un nuevo proyecto deportivo. Solo una oferta mareante por encima de dichas cifras podría cambiar de opinión pero el deseo del club y jugador es seguir por el mismo camino, al menos, una temporada más.