Javi Guerra, un chico de la casa que ha cumplido su sueño de debutar en el primer equipo del Valencia CF y cuya intención era quedarse "si no me echan", es una nueva víctima de Peter Lim. La situación económica del club provoca que vender sea una obligación y el de Gilet es el 'elegido'. Después de unos días de incertidumbre tras cerrarse el acuerdo con el Atlético de Madrid por 25 millones de euros más otros cinco en variables y un porcentaje de una futura venta, su marcha se confirma y viajará a Madrid en las próximas horas. Tendrá contrato hasta 2030 y solo falta la firma.
Y en este día, ¿cómo no recordar aquel día en el que hizo estallar Mestalla con un golazo que a la postre terminó valiendo la permanencia en Primera División? Fue el 27 de abril de 2023: el Valencia CF en descenso pese a haber ganado la última jornada ante el Elche CF, partido en Mestalla ante el Real Valladolid -rival directo por la salvación- y el marcador marca un 1-1 en el minuto 89, cuando Rubén Baraja decide dar entrada a un canterano con el 36 a la espalda que había debutado en LALIGA apenas dos semanas antes. El resto es historia. Aquel día, Javi Guerra se descubrió ante el valencianismo con un gol que a la postre significó la permanencia en Primera División.
En Mestalla, ante su gente, marcó un golazo en el minuto 92 para dar la victoria al Valencia CF ante el Real Valladolid. El '36', que entró al campo unos instantes antes, condujo, se orientó el balón a su pierna izquierda y se sacó un chut para su abuelo y los restantes 40.000 aficionados que lo recordarán como el inicio de la pesadilla del descenso.
Este gol, con la perspectiva del final de LALIGA, cobra más importancia si cabe. Tras la jornada 38, el Valencia CF acabó solo dos puntos por delante del Real Valladolid, los mismos que ganó con el tanto de Javi Guerra. Sin ellos y teniendo en cuenta que el Pucela hubiese tenido uno más, el club de Mestalla hubiese sido el equipo que hubiese caído en el pozo de Segunda.
Después de este partido, el Valencia CF consiguió nueve puntos más que le permitieron salvarse. Por contra, el Real Valladolid solo ganó un partido (ante un FC Barcelona que ya había ganado LALIGA) y cosechó otros dos empates. Los de Paulo Pezzolano acabaron descendiendo tras una última jornada agónica en la que pudo pasar de todo con varios equipos en la lucha por la salvación.