Leo Messi se muestra muy contento por la decisión que tomó hace unos meses, cuando decidió abandonar el Paris Saint-Germain. Nasser Al-Khelaïfi hizo todo lo posible para retenerlo, pero nada funcionó para convencerle de que renovara su contrato, y optó por marcharse el pasado 30 de junio, momento en el que quedaba libre. Su excompañero e íntimo amigo Neymar Junior, que ahora juega en el Al-Hilal de Arabia Saudí, ha revelado recientemente que ambos vivieron un infierno en la capital de Francia.
Así que ni siquiera la llegada de Luis Enrique al banquillo ni la propuesta económica que le presentaron en el Parque de los Príncipes fue suficiente para que ‘La Pulga’ se quedara en la Ligue 1. Sonó con fuerza para volver al Barça, pero en lugar de eso prefirió marcharse a un destino exótico donde pueda disfrutar de sus últimos años de carrera, alejado de la presión mediática. De forma que se comprometió con el Inter de Miami de David Beckham.
Hasta la fecha, las cosas no le podrían haber salido mejor. Ha tenido una adaptación inmediata a Estados Unidos, y tanto él como su familia están muy contentos en la ciudad, donde hay muchos hispanohablantes. Aparte, ha tardado muy poco en hacer historia conquistando el primer título del club, fundado en 2019, y se ha reencontrado con Sergio Busquets y con Jordi Alba. Pero se ha quedado con la ‘espinita’ de que Andrés Iniesta y Luis Suárez no hayan podido aterrizar.
Aunque esa no es la mala noticia que Messi ha recibido. Porque como informa el portal web ‘Madrid Barcelona’, el hecho de haber abandonado Europa hace que tenga menos opciones de conquistar los trofeos individuales, pese a que solo contabiliza la campaña anterior, y no el año natural. De momento, esto ha quedado comprobado con el premio que la UEFA otorgó al mejor jugador de la temporada 2022-2023, en el que Erling Braut Haaland fue el ganador, por delante de Leo y de Kevin de Bruyne, siendo de este modo el sucesor de Karim Benzema.
Una historia que puede repetirse próximamente con el Balón de Oro…