La selección de fútbol femenino acaba de firmar un día para la historia. Las chicas de Jorge Vilda han logrado una victoria histórica en este Mundial de Francia 2019 frente a Sudáfrica. Lo han hecho con sufrimiento, pero también con garra y esfuerzo para sobreponerse a un resultado adversario por el tanto de Thembi Kgatlana en la primera mitad.
Si hay una cosa clara es que estas jugadoras nos prometen hacer vivir emociones fuertes a partir de su juego, el de la posesión. Hasta un 73 % de la posesión han llegado a tener durante la primera mitad en el estadio de Océane. No han renunciado pese a que la recreación en el toque hizo peder la fe a muchos.
Pero un Mundial también es esto. Es perder la fe, recuperarla y reponerse para mirar al frente. No vale caer. No vale mirar hacia atrás. Si las cosas no salen bien, se retocan. Y de eso, Jorge sabe bastante. El equipo estaba arrastrando fallos que no son comunes, pases sencillos se iban fuera, los rebotes iban para las sudafricanas.... Y Vidal dio con la tecla. El cambio de Lucía García ha sido clave en el juego de la selección en la segunda mitad. La entrada de la delantera del Athletic, en parte, fue para que Marta Torrejón pudiera fijarse más y estar más atenta de los ataques de Kgatlana. También el de Bonmatí. El equipo fue más preciso en tres cuartos de campo y tuvo más presencia en ataque.
Y pese a los errores, esta selección se ha ganado a pulso seguir ilusionando a un país entero. Esta noche, en Le Havre, nuestras chicas han escrito una de las páginas más bonitas del fútbol femenino de nuestro país. Tienen crédito para rato. Ahora toca descansar, y también mejorar, porque ahora llega Alemania.