Y es que un centenar de hinchas fueron detenidos tras haber invadido el estadio de Río de Janeiro antes del partido entre España y Chile. Entre los detenidos no todos son chilenos, según ha apuntado la Policía Federal, y ninguno de ellos tenían la entrada para presenciar el choque en directo. Los invasores, incluso, invadieron a la carrera la sala de prensa del estadio, rompieron diversos materiales audiovisuales y llegaron a las gradas y provocaron algunos daños, aunque no todos tuvieron la suerte de no ser vistos.