Sin embargo, el jefe de seguridad de la FIFA, Ralf Mutschke, ha explicado que el riesgo no sería tanto una manipulación para garantizar la victoria de Brasil, como pactar el número de goles que encajaría el equipo africano, según informa el diario Estado de São Paulo. El peligro, al parecer, es que alguno de los jugadores africanos acabe facilitando una goleada para atender las demandas de "algún grupo criminal" que hace su apuesta por un resultado concreto y si acierta recibe un retorno en forma de millones de dólares. La situación se agrava porque Camerún vive una crisis interna desde antes del Mundial por la falta de un acuerdo sobre las primas que se llevarían los jugadores. El directivo de la FIFA ha admitido que los problemas de remuneración pueden dejar espacio a la actuación de apostadores que cambien resultados por primas importantes para los jugadores.