Nada más acabar el choque ante los nipones, Mondragón se dirigió a la zona de tribuna donde se encontraban sus hijos Paolo y Lucca, pero al bajar las escaleras camino del césped fue requerido por dos miembros del ente internacional.
Una sorpresa enorme para el jugador, que este martes batió con 43 años y tres días el récord de un mundialista con más edad. Al final, la fiesta no fue la esperada, aunque su selección sí puede celebrar que está en los octavos de final tras ganar los tres partidos de la fase de grupos.