Belmonte no quiso desprenderse de aquella entrada y ha tenido su premio. La FIFA el cambió esta reliquia por otras tres entradas para el 13 de julio: "Espero que Brasil gane esta vez. Esta es nuestra venganza, quiero ver nuestra venganza". Y es aquel Maracanazo fue muy sonado ante más de 200.000 personas que vieron in situ la derrota de la canarinha ante Uruguay: "Mi madre estaba enferma y me pareció que no sería apropiado ir al partido. Decidí no ir y fue una buena decisión".
La entrada de 1950 irá al museo en el centro de Zurich que abrirá en 2015 tras la donación de Belmonte.