El pase a la final del Mundial, aunque no sea la primera vez, siempre es motivo para festejarlo a lo grande. Así hicieron en toda Argentina, sobre todo en la capital Buenos Aires. Hubo mucha gente en las calles, pero otra se quedó en sus casa durante el partido. Otra forma espectacular de gritar el triunfo de su selección.
Con la noche ya bien entrada en la capital argentina, la tanda de penaltis dejó sonidos para el recuerdo. Una explosión de júbilo cada vez que los jugadores de la albiceleste convirtieron sus lanzamientos y también con las dos paradas de Sergio Romero. El éxtasis fue cuando Maxi Rodríguez logró el tanto definitivo. Buenos Aires gritó como pocas veces su alegría.