Moscú, 14 jun .- Perú afronta confiada la fase de grupos del Mundial de Rusia, convencida de que tienen opciones de clasificación para octavos, una sensación que se ha afianzado durante la preparación en Moscú en vísperas de su traslado a Saransk para debutar contra Dinamarca el próximo sábado.
El secreto ha sido la clave de los entrenamientos de Perú desde su llegada a Moscú. Cuatro veces se ejercitaron en el Arena Khimki de la capital rusa para recluirse luego en el hotel Sheraton, su cuartel general, situado junto al mayor aeropuerto de la ciudad.
De la concentración han salido pocas filtraciones. El seleccionador, Ricardo Gareca, ha hecho todo lo posible para no dar pistas a sus rivales y los jugadores que han comparecido ante los medios han filtrado pocos detalles.
La consigna generalizada es que Perú se apoyará en las bases del juego que le llevaron a clasificarse por vez primera para un Mundial desde el de España en 1982 y que le han conferido una racha de 15 partidos sin conocer la derrota.
El entrenador argentino ha dotado de una seriedad al equipo que le ha permitido avanzar en todos los niveles.
"Hemos mejorado la mentalidad, la parte defensiva y ofensiva, muchísimas cosas. La gente está enfocada en lo que son los partidos pero también en detalles como dietas y esas cosas y eso nos ha servido bastante", analizó André Carrillo, que hoy cumplió 27 años.
"Hemos crecido bastante, pensamos en ganar como lo hemos venido haciendo en las últimas fechas. Encadenamos 15 partidos y vamos a intentar seguir con la misma racha. Pensamos en salir a sacar los tres puntos, respetando lo que es el Mundial, al rival, pero confiados en nuestra capacidad y nuestro talento", señaló Aldo Corzo.
"No nos miran por el encima del hombro, sino como una selección muy complicada. Eso no lo ganamos nosotros. Venimos haciendo las cosas bien y vamos a seguir así", indicó Pedro Aquino.
La base existe y sobre ella, sobre un equipo que ha solidificado su defensa pero que no ha perdido su gusto por el toque y el juego ofensivo, tratarán de superar rivales.
La mejora es evidente y ha venido acompañada de confianza, que se puede ver afianzada en el caso de obtener un buen resultado frente a los daneses.
Las especulaciones se multiplican en el entorno de la selección sobre la composición del equipo, que ni siquiera conocen los jugadores.
De los planteamientos que ha enseñado Gareca se deduce que la zaga está bien rodada, con Luis Advíncula, Christian Ramos, Alberto Rodríguez y Miguel Trauco, por delante del meta Pedro Gallese.
Fiel a su estilo, el preparador argentino situará dos centrocampistas por delante, Renato Tapia y Yoshimar Yotun, que confieren solidez al bloque.
Las dudas llegan a partir de ahí, en el sector ofensivo, donde más y mejores opciones tiene el equipo.
Ni siquiera está asegurada la presencia en el once inicial del veterano Paulo Guerrero, la estrella del equipo, por el que tanto suspiraron cuando su presencia en el Mundial estaba en dudas por una sanción por dopaje.
Gareca viene apostando por una línea de tres jugadores ofensivos y un punta, un puesto que parecía prometido a Guerrero, máximo goleador histórico de la bicolor.
La irrupción de Jefferson Farfán, capaz de jugar en cualquiera de los puestos ofensivos, puede cambiar los planes iniciales.
El jugador del Lokovitiv de Moscú puede ocupar la punta, por delante de André Carrillo, Christian Cueva y Edison Flores, pero también ocupar el puesto de cualquiera de estos tres.