Moscú, 15 jun .- Llegó por la puerta de atrás. Estuvo dos años sin ser convocado por las lesiones. Pero después de sus dos golazos en el partido inaugural, Denís Chéryshev se ha convertido en el nuevo héroe del fútbol ruso.
"No tengo palabras para decir lo que siento. Esperamos seguir trabajando para que Rusia llegue lo más lejos posible", comentó a Efe después de alcanzar el sueño con unos ojos que reflejaban ilusión y una gran satisfacción.
Las cosas pintaban muy mal antes del partido después de una racha de siete partidos sin ganar, por lo que ahora la prensa y los aficionados rusos no escatiman elogios para el futbolista del Villarreal criado en la cantera del Real Madrid.
"¡De tal palo, tal astilla!", titulaba la prensa rusa en alusión a su padre, Dmitri, que fue diez veces internacional en los años 90, aunque nunca jugó un Mundial.
Pocos son los jugadores que pueden presumir de marcar un gol en un Mundial, más aún si tu país es el anfitrión y es el partido inaugural.
Cheryshev marcó no uno, sino dos goles, además ambos de bella factura, que a buen seguro figurarán entre los mejores de la primera fase, sino del torneo.
"¿El mejor gol del Mundial? Espero que el siguiente sea aún mejor", señaló a la prensa.
El hombre del partido había tenido unos días duros, ya que había recibido críticas por responder sólo en castellano a las preguntas de la prensa tras el último partido de preparación contra Turquía.
Pero la tormenta fue pasajera. En el fútbol la memoria es corta, tanto para lo bueno como para lo malo.
Denís le debe mucho a su padre, al que acompañó con cinco años a España cuando éste fichó por el Sporting de Gijón en 1996 y a los diez años entró en las secciones inferiores del Real Madrid, equipo que sigue llevando en el corazón pese a su traumática salida del club.
"Mi padre confiaba mucho en que saliera todo bien. Hablamos antes del partido y estaba muy emocionado de que su hijo pudiera estar aquí. Esta victoria va por él, por mi familia y por mi chica", comentó.
Su padre, Dmitri, había pronosticado que su hijo sería el mejor jugador ruso en el Mundial y va por buen camino, aunque tendrá una dura competencia en Golovin, la mayor promesa del fútbol ruso.
En el cuerpo técnico hay alguien que le conoce muy bien. Es el español Paulino Granero, preparador físico de la selección rusa y del CSKA Moscú.
"Ha llegado muy bien al Mundial. Está muy bien físicamente. En cada entrenamiento está a un nivel altísimo. Por eso no me sorprende lo que está haciendo, ya que lo demuestra cada día", comentó a Efe el andaluz.
Destacó que el seleccionador ruso, Stanislav Cherchésov, "lo sabe" y sus compañeros "lo han visto", por lo que es lógico que fuera el primero en saltar al campo a la media hora tras la lesión de Alan Dzagóev.
Con todo, Denís no echa las campanas al vuelo, ya que el objetivo no es ganar el partido inaugural, sino clasificarse para los octavos de final, algo que la selección rusa nunca ha logrado desde la caída de la URSS.
"Contra Egipto seguro que será muy difícil. Está claro que Salah es uno de los mejores futbolistas del mundo. No podemos relajarnos de ninguna manera, ya que a la mínima te vas fuera", señaló.
Y subrayó que, pese al 5-0 ante los saudíes, "con tres puntos" difícilmente se pasaría a la siguiente fase, por lo que "hay que seguir peleando".
En eso coincide con Granero, que apuesta por el "dogma de Simeone: partido a partido" para lograr algo importante en el Mundial.
"Es sólo el primer paso. Quedan tres partidos más y hay que ganar. No queda otra. Con tres puntos no pasas. Pero es verdad que la victoria en el primer partido te quita mucha presión. Podemos afrontar el partido contra Egipto con otra mentalidad", apuntó.
Otro de los goleadores, Artiom Dzyuba, también advirtió que jugar contra 'Mo' Salah es algo grande y que "a partir de ahora los partidos serán más difíciles".
"Ha sido una fiesta. Supimos manejar la presión. Esperábamos jugar en un Mundial desde que éramos niños y encima en casa. Pero no vamos a celebrarlo. Esto sólo es un paso. Los próximos rivales serán muy fuertes", dijo.