La selección peruana no tuvo fortuna en su vuelta a una Copa del Mundo y cayó derrotada por 0-1 ante Dinamarca en Saransk.
A pesar del resultado, las sensaciones que dejó el cuadro inca fueron muy positivas y los hombres de Gareca tuvieron oportunidades importantes para anotar al menos un gol.
La más clara fue la de Cueva, que desperdició un penalti lanzándolo desviado.
Tras su error, el jugador peruano se retiró en el descanso llorando, decepcionado por no haber podido ser el primer goleador de su selección en un Mundial en 36 años.