Rostov (Rusia), 17 jun .- El seleccionador brasileño, Adenor Leonardo Bacchi "Tite", se ha convertido en el nuevo Dios del fútbol brasileño y la disciplina que profesa, la nueva religión de la torcida.
"El líder de Brasil es Tite, no Neymar. Brasil siempre es un equipo fuerte con jugadores habilidosos, pero la diferencia con 2014 es que ahora tenemos un gran entrenador", comentó a Efe Víctor, procedente de Sao Paulo.
Sin olvidar a Pelé o a Neymar, Tite era el nombre más repetido por los hinchas brasileños que se congregaron en la zona de aficionados de Rostov, la capital de los cosacos, donde la Canarinha debutará hoy ante Suiza.
El propio técnico alude no pocas veces a la importancia de la fe en su vida, aunque no impone su dios a nadie y cree que en "la diferencia" -de opiniones y creencias- está la clave del éxito.
"Tite está mucho más actualizado que Felipao. Estuvo dos años en Europa estudiando. Felipao tenía una táctica muy cerrada, mientras Tite es mucho más moderno. Además, con él Neymar juega mucho mejor", insiste.
Entre cerveza y cerveza los brasileños ataviados con gorros rusos, pelucas multicolores, subidos en dinosaurios de juguete y enmarcados en cuadros con la foto de Neymar, no dejaban de acordarse de sus enemigos acérrimos: los argentinos.
"¡Pelé es el mejor!", coreaban y a renglón seguido recordaban maliciosamente los problemas de Diego Maradona con las drogas
Tampoco se olvidaron del barcelonista Leo Messi y el hecho de que no ha sido aún capaz de lograr un título mundial con la Albiceleste, mientras pronosticaban que Neymar conducirá esta vez a Brasil a su sexta corona.
Otro paulista, Pedro, destacó que Brasil "no tenía un buen entrenador desde el Mundial de México en 1986".
"Tite es el primer entrenador de nivel desde Zagalo. Dunga no vale. Este equipo se parece más del de 2002 (con Rivaldo y Ronaldo de estrellas) que al del 94, que era muy cerrado", apuntó.
Para Tales, un aficionado del Corinthians, Tite es "un hombre culto, inteligente y organizado que sabe manejar a la gente y que le gusta a casi todo el mundo en Brasil".
"Hoy ganaremos por 4-0 con dos goles de Neymar, uno de Paulinho y otro de Gabriel Jesús", señala.
Todos confían en que Tite les haga olvidar la "humillación" que supuso el 7-1 en las semifinales del Mundial de Brasil ante Alemania.
"Nunca lo olvidaremos. ¡Jamás! Yo estaba en el estadio y con el 3-0 abandoné mi asiento y me fui a tomar una cerveza. Pero si ganamos el Mundial esa herida se curaría", afirma Marcelo, también de Sao Paulo.
Él y su amigo Pedro de Florianópolis confían en ser campeones, ya que, según ellos, Tite ha logrado lo nunca visto: "combinar el aspecto emocional típico de los brasileños con el orden estratégico".
El sexagenario Newton considera que la "única forma" de tomarse la revancha de lo ocurrido hace cuatro años es derrotar a Alemania en la final del 15 de julio en el estadio Luzhnikí.
"Brasil tiene lo que nunca ha tenido. Es mentalmente muy fuerte. Los futbolistas están muy confiados y la confianza es todo en fútbol", agregó Pedro.
Por su parte, la afición suiza no puede olvidar lo ocurrido hace ocho años en el Mundial de Sudáfrica cuando sorprendieron a España (0-1).
"Queremos ganar hoy como hace ocho años, pero esta vez queremos llegar más lejos", comenta Radek, que llegó a Rusia procedente de Basilea en lo que es su quinto Mundial desde 1994.
En su opinión, Shaquiri y Xhaka con los mejores futbolistas de la selección centroeuropea, aunque también le gusta el hispano-chileno Ricardo Rodríguez, lateral izquierdo del Milán.
Hans lo tiene más fácil, ya que su esposa, Daria, es de Rostov, por lo que se siente como en casa.
"Me conformo con un empate. Un 2-2 estaría más que bien", asegura.
Los rusos que paseaban por la zona de aficionados, situada en una céntrica plaza de Rostov, parece que ya han elegido bando, ya que no se cansaban de grabar los cánticos y bailes de los hinchas brasileños.
"No tenemos entrada, pero veremos el partido aquí en la pantalla gigante. Yo quiero que gane Brasil, ya que es un equipo campeón", señaló Vladímir.
Su amigo, Alexéi, cree que la final la jugarán brasileños y alemanes, algo que le preocupa dadas las afrentas históricas que enfrentan a rusos y teutones.
"No sería bueno que los alemanes ganaran la Copa Mundial justo en territorio ruso", aseveró.