Revolución mundial
El Mundial de Rusia 2018, cuando aún no ha completado ni siquiera su primera jornada, ya nos ha dejado multitud de sorpresas demostrando que los favoritismos, en torneos de esta índole, deben ser demostrados sobre el campo.
El domingo nos dejó dos partidos que han entrado de lleno entre las mayores sorpresas en la historia reciente de los Mundiales. Sobre todo el vivido en el Luzhniki Stadium entre Alemania y México.
La vigente campeona del mundo llegaba a Rusia como una de las grandes favoritas y no pudo refrendarlo ante el espectacular partido cuajado por México. El 'Tri' sorprendió a los de Low con un estilo aguerrido, con unas rápidas transiciones al contraataque y así llegó el gol del triunfo.
El 'Chucky' Lozano se ganó un hueco en los corazones aztecas con su tanto a Neuer, la guinda a una actuación sublime del futbolista del PSV. Alemania intentó el empate sin éxito y se convirtió en la única selección europea que no ha conseguido la victoria en el torneo.
Por si esto fuera poco, tres horas después Brasil no era capaz de pasar del empate ante Suiza. La 'canarinha', con Neymar a la cabeza, fue mejor que el combinado centroeuropeo, pero la falta de pegada y las patadas recibidas por el jugador del PSG les impidieron sumar los tres puntos.
El golazo de Coutinho parecía encarrilar el partido para los de Tite pero un polémico gol de Zuber en un saque de esquina colocaría el 1-1 que ya no se movería del marcador.
Un día antes, Argentina tampoco era capaz de superar a una debutante, Islandia, a pesar de colocarse también por delante en el luminoso. Messi tuvo en sus botas un penalti que tampoco pudo materializar, con el director de cine y portero Halldorsson como gran héroe.
Con el empate entre España y Portugal, la única de las favoritas que logró el triunfo fue Francia, por la mínima ante Australia. Los 'bleus' vencieron 2-1 con un gol de penalti señalado por el VAR y un tanto en propia puerta que dio por válido la tecnología de línea de gol.
Sólo Rusia y Croacia han logrado victorias 'fáciles' en este arranque mundialista en el que se ha demostrado que cualquier selección puede dar guerra.