El equipo aterrizó superadas las 12.30 horas en el aeropuerto de la ciudad, desde donde se dirigió al hotel Radisson. Allí comerá en unos minutos y quedará alojado hasta el entrenamiento de esta tarde en el estadio Mirniy, una vez que la FIFA no permite entrenar en el escenario del partido ante Marruecos para preservar el césped.
A la llegada de España, con las habituales medidas de seguridad, esperaban unos 70 aficionados locales y españoles a la caza de algún foto o autógrafo de los futbolistas de la selección española, que entraron directamente en el alojamiento sobre las 13.35 horas.