Ceuta, 25 jun .- El último partido de la primera fase del Mundial de Rusia 2018 entre España y Marruecos se vivirá este lunes en Ceuta con el corazón dividido por parte de muchos marroquíes que trabajan en la ciudad autónoma ceutí, aunque residen en su país.
En esta jornada, en la ciudad se respira un ambiente de tranquilidad, con la plena confianza de que la selección que dirige Fernando Hierro superará a la marroquí, ya sin opciones de acceder a los octavos de final, y llegará como primera a la siguiente fase del Mundial.
Eso sí, muchas banderas españolas ondean en los balcones y en algunos establecimientos comerciales en una ciudad a la que, por la frontera del Tarajal entre Ceuta y Marruecos, entran cada día más de 20.000 marroquíes, la mayoría de ellos para trabajar.
El empleo doméstico, la construcción y el tráfico de mercancías entre ambos lados de la frontera son los trabajos que copan esta lista, según los datos facilitados a Efe por fuentes de la Confederación de Empresarios.
Mohamed Maimon, un marroquí residente en Castillejos (Marruecos) y que trabaja como peón, no dudó este lunes en afirmar a Efe que tiene "el corazón dividido. Quiero que gane Marruecos, pero también reconozco que ya estamos eliminados, por lo que no vería con malos ojos que ganara España", apuntó.
No obstante, también tiene claro que, aunque trabaja en España, lo que quiere es que su país logre el triunfo. "Que hoy ganemos nosotros y que España gane el Mundial, ¿vale?", sonríe.
En esta misma línea se explica su compatriota y compañero de oficio Mehdi Suleiman, que manifestó a Efe que cree que "será un partido muy entretenido y con pronóstico incierto", además de recordar que "en España hay muchos jugadores marroquíes como Achraf o Amrabat".
El hecho de que Marruecos ya esté apeada no significa nada para Suleiman, que hace suyas las palabras del madridista Achraf Hakimi y se muestra seguro de que la selección de su país querrá ganar para darle una alegría a "los muchos marroquíes que están en Rusia".
El otro lado lo representa Fátima Mohamed, una empleada de hogar que no disimula que va "con Marruecos" y, aunque también quiere "que gane España", este lunes prefiere que lo haga el combinado de su país.
Los comentarios de los marroquíes, lógicamente, son vistos con "normalidad" entre vecinos ceutíes que escuchan sus testimonios y no dudan en apuntar que "es normal que quieran que gane su país, aunque no se jueguen nada", dijo el empresario Antonio Cortés, pese a que su compañero Jesús Quintana le corrige: "debe ganar España y ellos ir por España, que es la que les da de comer", opinó.
En la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos se ha vivido este lunes una jornada normal y con el paso de 1.700 mujeres para participar en el transporte de mercancías entre ambos lados del paso fronterizo. Sin embargo, hoy es un día especial para una ciudad en la que muchos tienen el corazón dividido.