Banderas, harina y vehículos con objetos alusivos a Colombia, así como las camisetas amarillas, azules y rojas, los colores de la bandera tricolor, colmaron las calles de Bogotá, donde miles de personas liberaron la energía que tuvieron que contener el martes cuando la selección cayó 2-1 con Japón y no hubo fiesta.
Todo comenzó desde temprano, cuando la gente empezó a llegar a algunos de los parques más importantes de la ciudad, como lo son el Nacional o El Tunal, para ver en pantallas gigantes el encuentro, en el que se definió la suerte de los colombianos y de los polacos en el Mundial de Rusia.
Incluso hubo quienes llevaron a sus mascotas con prendas alusivas al equipo cafetero y cargaron globos y banderas.
Los nervios se apoderaron de los colombianos en los primeros minutos del partido, cuando el gol no llegaba pese al buen rendimiento del equipo.
Sin embargo, todo cambió cuando el central Yerry Mina anotó con un cabezazo el 1-0 y llegaron los abrazos, los gritos y una que otra lágrima que disipó la tristeza del primer partido, que en ese momento ya lucía lejano.
La escena se repitió con los tantos de Falcao García, su primero en un Mundial, y de Juan Guillermo Cuadrado, que extasiaron a las apasionadas multitudes.
Cuando el árbitro pitó el final, regresaron los abrazos y las celebraciones continuaron con pólvora, harina y mucho ruido.
Muchas personas tuvieron fe en la que la selección cafetera iba a golear a Polonia desde antes del juego, como es el caso de Diana Martínez, quien vio el partido en el Parque Nacional.
"Todo el mundo me decía 'no, no vamos a hacer tres goles, o sea es imposible' y yo les dije: tengan fe, yo creo en mi selección y a nosotros nos falta un poquito caer para levantarnos", dijo a Efe Martínez con el ruido de las vuvuzelas, los pitos de los vehículos y los gritos de celebración de la gente de fondo.
Las caravanas de vehículos también dotaron de color el paisaje bogotano con personas ondeando banderas del país en las ventanas y gritando, entusiasmadas, "Colombia" o los nombres de algunas de las estrellas del equipo como "Falcao" o "James".
Para Miriam Cruz, que vio el partido en el Parque El Tunal pero no llevaba la camiseta de la selección, el equipo representa lo mejor del país y eso se evidencia en las celebraciones tras triunfos como el de hoy.
"No hace falta llevar el uniforme para seguir a la selección. Hasta aunque a uno no le guste el fútbol la sigue", relató Cruz a Efe en medio de los festejos de los centenares de asistentes a ese parque.
Asimismo, un grupo de niños ilusionados aprovechó la alegría para intentar replicar los goles de Mina, Falcao y Cuadrado en una improvisada cancha de fútbol que hicieron allí.
El jolgorio se prolongó en Bogotá toda la tarde y así se mantendrá hasta el próximo jueves, cuando Colombia defina su suerte en el Mundial ante Senegal, partido en el que optimistas como el aficionado Joshua Soto esperan que los jugadores "vuelvan a meter ganas" como lo hicieron hoy ante Polonia para desatar nuevas celebraciones.