La anotación de Carrillo a los 17 minutos de juego desató la alegría de los peruanos que lanzaron vivas, palmas, y gritos de euforia, similares a los vividos en las mejores fechas de las eliminatorias.
El volante del Watford de Inglaterra le tomó la posta a Guillermo La Rosa, que anotó el gol de honor en el último partido frente a Polonia en España 82 y que acabó en 5-1.
Por la diferencia horaria con Rusia, los peruanos empezaban sus jornadas laborales y estudiantiles en todo el territorio cuando el grito de gol retumbó en ciudades como Lima, donde algunas municipalidades colocaron pantallas gigantes para seguir el partido.
En el centro histórico de la capital, cientos de peruanos vistiendo la blanquirroja de la selección celebraron el gol, abrazados de emoción, saltando y dando gritos de emoción.
La municipalidad capitalina colocó pantallas gigantes en la céntrica Plaza de Armas para que los limeños gocen el último encuentro de Perú en el mundial.
Los gritos retumbaron en Palacio de Gobierno, ubicado en la misma plaza, a un lado de la municipalidad, donde el mandatario, Martín Vizcarra, suspendió su agenda oficial para observar el partido al igual que los 31 millones de peruanos.