Moscú, 27 .- Brasil y su alegre "torcida" han desembarcado en la capital del Mundial, donde hoy disputa su último partido en la fase de grupos ante la física Serbia, en el que ambas se juegan el pase a los octavos de final del máximo torneo del fútbol.
Una marea de camisetas "verdeamarelhas" inundaba desde varias horas antes del comienzo del encuentro los alrededores del Otkrytie Arena, el estadio del Spartak de Moscú, el escenario donde se disputara el partido.
A diferencia de la hinchada argentina, para la que el único jugador existe es, a la vista de las camisetas que lucen, Leo Messi, los "torcedores" brasileños honran a numerosos jugadores, y Neymar, su astro, no arrasa en las preferencias.
"A Neymar lo veo muy nervioso; le falta madurez", dijo a Efe Vinicius, un ingeniero que vino a Rusia desde Goiana, una ciudad en el noreste de Brasil, y que se muestra convencido de que su selección se impondrá claramente a Serbia.
A los serbios, explica, "les fallará el físico en la segunda parte, y ahí Brasil hará daño".
En su opinión, el barcelonista Philippe Coutinho está haciendo muy buen Mundial y añade: "Coutinho juega para la selección; Neymar, para su lucimiento personal".
En todo caso, Vinicius es pesimista sobre el futuro de Brasil en el torneo y su pronóstico es que el recorrido de la escuadra dirigida por Tite acabará en cuartos de final.
"Hasta ahora, para mi gusto, la mejor selección es Bélgica. Tiene todo para llegar muy lejos", dijo.
"México será un rival muy duro en octavos; hubiera preferido a Alemania", dice convencido, dando por sentado que el próximo duelo será con el cuadro azteca.
Coincide con él Anderson, un ejecutivo financiero de Sao Paulo, que recuerda que México "siempre se la ha puesto difícil" a Brasil.
Pero a diferencia de su compatriota Goiana, está convencido de que el "scratch" se hará en Rusia con su sexta Copa del Mundo.
Los hinchas serbios, mucho menos numerosos, se sienten como en su casa en Moscú y confían que los aficionados de Rusia, país con el que Serbia tiene gran afinidad, apoyen a su selección y esperan que esta dé la segunda sorpresa del día, tras la eliminación de Alemania, que sucumbió (2-0) ante Corea del Sur.
"Hoy todo es posible. ¡Brasil, ciao!", gritaba un seguidor de Serbia a un grupo aficionados brasileños que hacía cola para pasar los controles de seguridad del Otkryrie Arena.