España ha caído derrotado ante el anfitrión casi a las primeras de cambio en el Mundial de Rusia. Los hombres de Fernando Hierro vivieron este domingo la cara más amarga de la moneda al caer eliminado en la lotería de los penaltis tras 120 minutos de fútbol que finalizó con empate a uno.
El conjunto ruso aprovechó sus oportunidades, logró poner las tablas al filo del descanso con un tanto de pena máxima y llegó con más ambición a los lanzamientos finales desde el punto fatídico. Akinfeev se erigió como héroe nacional tras detener dos penaltis, a Koke y a Iago Aspas.
Al finalizar el encuentro, todos los jugadores de la Roja se mostraron hundidos sobre el verde del Luzhnikí de Moscú, algunos de ellos incluso no pudieron contener la emoción. Estas son las lágrimas de todo un país.