El guardameta del conjunto escandinavo fue el máximo protagonista del choque en su tramo final, cuando detuvo un penalti a Luka Modric a falta de tres minutos para la conclusión de la segunda parte de la prórroga.
Después, en la tanda de penaltis, el portero danés paró otras dos penas máximas, pero sus intervenciones no fueron suficientes para que su equipo se clasificara para los cuartos de final.