Moscú, 2 jul .- Las despedidas de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, las dos principales estrellas anunciadas en el Mundial de Brasil, no ha dejado huérfano al campeonato, que ha encontrado sustitutos en el francés Kylian Mbappé y el brasileño Neymar, los dos jugadores más caros del mundo, ambos del París Saint-Germain.
El jugador más caro de todos los tiempos logró hoy ante México su segundo gol en la competición, que contribuyó a que Brasil se clasificara por séptimo Mundial consecutivo para cuartos de final y, por primera vez fue elegido mejor jugador del partido.
En un año de Mundial, en el que la actuación es clave para ser elegido Balón de Oro, el brasileño, tercero en dos de las tres últimas ediciones tras Messi y Ronaldo, aparece como una buena alternativa a los dos jugadores que se han repartido los últimos diez trofeos de la revista "France Football".
Contra México, demostró que va recuperando su mejor forma física, tras haber estado tres meses y medio ausente de los estadios a causa de una lesión.
"Puedo seguir mejorando, sabía que necesitaba ritmo para volver a mi estado de forma normal y hoy me he encontrado mejor. Estoy contento por el rendimiento individual y por el rendimiento del equipo", señaló.
Con el tanto de hoy, al que sumó la asistencia del segundo gol brasileño para Firmino, el brasileño logró algo que ni Messi ni Ronaldo han conseguido en su carrera, marcar en la segunda fase de un Mundial.
Neymar, de 26 años, suma ya seis tantos mundialistas, lo que le iguala a leyendas como Rivelino o Bebeto. Y tiene tiempo para seguir sumando.
Además, el de hoy fue el tanto 227 de Brasil en un Mundial, lo que le situó como la nación más goleadora con 227 dianas, una más que Alemania.
El jugador del PSG se convirtió, además, en el cuarto anotador brasileño con 57 tantos, por detrás de Pelé (95), Ronaldo Nazario de Lima (67) y Zico (66).
Pero, sobre todo, el jugador va recuperando el liderazgo de un equipo que ahora es uno de los principales candidatos a sumar su sexto Mundial, tras las eliminaciones de los dos primeros de la pasada edición, Alemania y Argentina, y del ganador de la anterior, España.
Por juego, por prestigio, por plantilla y por lo demostrado en Rusia, Brasil aparece ahora como una candidata incuestionable a levantar la copa el próximo 15 de julio en el Luzhniki de Moscú, la primera desde la de 2002.
Su principal rival, sobre el papel, es Francia que, cada día más, es la Francia de Mbappé.
Su compañero del PSG es, a estas alturas, su principal rival como estrella del Mundial.
El francés es un ejemplo de precocidad y a sus 19 años está consiguiendo cosas que solo Pelé había logrado tan joven.
Su doblete contra Argentina será recordado durante años, tanto por la forma tan brillante con la que lo logró, como por ser el primero en conseguirlo con menos de 20 años desde "O Rei".
Mbappé viene fulminando marcas de precocidad desde su eclosión en el Mónaco, que le llevó a figurar en la agenda de todos los grandes clubes europeos, hasta recalar en el PSG pocos meses después de Neymar. Entre ambos, el club francés de capital catarí desembolsó 400 millones de euros.
Ya el año pasado, con solo 18, tuvo una fulgurante entrada en la lista del Balón de Oro, al convertirse en el más joven que ingresaba en el "top 10" cuando acabó séptimo.
El atacante se convirtió en el segundo partido contra Perú en el goleador francés más joven en un Mundial, destronando a David Trezeguet.
Frente a Argentina marcó dos goles, pero antes protagonizó una cabalgada a 37 kilómetros por hora que la defensa "albiceleste" solo pudo parar con un penalti.
Si sigue esa progresión, amenaza con quitarle el estrellato de su país a Antoine Griezmann, que por el momento ha tenido una actuación gris en el Mundial pese a haber marcado dos penaltis.