Francia se proclamó campeona del Mundial este domingo al derrotar, en un precioso encuentro, a la luchadora Croacia (4-2). El encuentro, como no podía ser de otra forma, podría reunir a varios nombres y protagonistas pero, por encima del resto, sólo puede destacar uno: Kylian Mbappé.
"Libertad, igualdad, fraternidad" (en francés, Liberté, égalité, fraternité) es el lema oficial de la República Francesa, pero ahora, tras lo vivido este domingo en Rusia, deberá modificarse e incluir el nombre de la nueva leyenda: Liberté, egalité, fraternité... y Mbappé.
El joven de 19 años, que llegó al PSG el pasado mercado de verano por una cantidad superior a los 180 millones, se ha consagrado como una auténtica leyenda este verano. Desborde, pasión, velocidad, regates mágicos y gol, mucho gol. Todas las características necesarias para ser candidato, por mérito propio, al mismísimo Balón de Oro. De momento, el mejor jugador joven del torneo.
Para comprobar la magnitud de lo conseguido por Mbappé este verano, el público deberá remontarse hasta 1958. Aquél año el Mundial se disputaba en Suecia y un jóven brasileño batía récords históricos: a sus 17 años y 237 días, conseguía levantar el título mundial con su selección siendo el segundo máximo goleador del torneo.
Con dos años más, Mbappé volvió a recordar al pequeño brasileño. Pero no sólo a él, sino también a uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol: Ronaldo Nazario. Sus cambios de ritmo, su peligro cada vez que conducía el balón, su visión de juego... todo hacía recordar al exdelantero del Real Madrid.
Francia y su historia tendrá que 'modificar' su lema. Francia vive de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Ahora, también de Mbappé.
Liberté, égalité, fraternité... y Mbappé