España llevaba tres Mundiales si conocer la victoria en el debut. Dos derrotas (eso sí, la de Sudáfrica con final feliz) y un empate para perpetuar la mala racha histórica de La Roja en los partidos iniciales. Pues bien, Qatar 2022 pase lo que pase, quedará en la memoria de los españoles como el Mundial en el que se empezó con tres goles en media hora. El primero, una obra de arte fabricada entre Gavi, con un pase digno de Iniesta, y Dani Olmo, que se ha vestido de David Villa para una definición de delantero de talla mundial.
El mediocentro del Barça, con 18 años cumplidos no hace mucho, ha saltado al Mundial como quien lo hace todos los días. Desparpajo, genialidad y pausa suficiente como para no tardar ni 15 minutos en ver un pase de esos que solo los genios tienen en su repertorio. Balón bombeado por encima de toda la defensa tica para dejar solo a Dani Olmo –previo control magistral- ante un Keylor Navas que no pudo hacer buena la salida. Primero gol de los tres que harían los de Luis Enrique en apenas media hora de debut en Qatar 2022.
Por si fuera poco, en el minuto 75 Gavi ha logrado el quinto para España -antes había marcado Ferrán Torres el cuarto- tras una buena asistencia de Morata. Con 18 meses y apenas tres meses de edad, Gavi ha saltado entrado al Mundial de Qatar derribando la puerta de una patada. Impresionante madurez y despliegue de fútbol.
Los otros dos goles, Asensio y Ferrán Torres para demostrar que la confianza de Luis Enrique ha sido un acierto absoluto. Y es que España, más allá del marcador, ha cuajado un primer tiempo de ensueño. Transiciones rápidas, solidaridad absoluta en las muy pocas pérdidas de balón que ha tenido y una verticalidad total para buscar el área con criterio en casi cada jugada. Queda un mundo, como quien dice, por delante, pero la puesta en escena de los de Luis Enrique ha sido histórica.