El portero del Sevilla, Bono, está siendo una de las estrellas del Mundial. Principalmente, para desgracia de los españoles, desde que en octavos de final le sacó dos penaltis a los de Luis Enrique para mandarlos para casa. El meta marroquí, que tan solo ha encajado un gol en todo el campeonato y fue en propia puerta, será titular –salvo sorpresa máxima- en las semifinales ante Francia.
Unas semifinales que tienen una peculiaridad importante respecto al resto de partidos del Mundial y es que el balón es nuevo. Tanto en las semifinales como en el partido del tercer y cuarto puesto y, cómo no, en la final, se jugará con un balón distinto al del resto del torneo.
Una circunstancia que por supuesto no es ajena al cancerbero del equipo de Nervión. A pocas horas del histórico partido que disputará su selección –ya es legendaria por ser la primera selección africana que pisa unas semifinales de un Mundial-, Bono se ha dejado ver en el último entrenamiento con el nuevo balón bien pegado a sus manos. De hecho, en un momento de la sesión, comenta las diferencias del esférico con varios compañeros.
Marruecos disputará este miércoles 14 de diciembre un partido que podría ser legendario en la historia de los Mundiales y hacer temblar los cimientos del fútbol mundial si consigue vencer a Francia y meterse en la final. Una de las dos llegará a ese partido, el más grande que puede jugarse en el fútbol Mundial, y en el que ya espera Argentina, tras derrocar a Croacia en la otra semifinal.