El clima se volvió tenso en el estadio durante el partido entre Boca Juniors y Gimnasia, por los cuartos de final de la Copa Argentina, cuando disturbios entre hinchas y la policía llevaron a la interrupción del encuentro. En medio de la confusión, Juan Román Riquelme, presidente del club y una figura icónica del fútbol argentino, decidió intervenir personalmente para calmar la situación.
El encuentro, que se desarrollaba en el Coloso Marcelo Bielsa y en el que Boca ganaba 1 a 0, se detuvo tras un cruce entre los hinchas y la policía en las gradas. La tensión fue palpable, y el árbitro, Jorge Baliño, se vio obligado a pausar el partido mientras se trataba de restablecer el orden. En un momento crítico, Riquelme no dudó en hacer acto de presencia para intentar frenar los disturbios y devolver la calma a la hinchada.
Las imágenes del presidente tratando de mediar entre los hinchas y las autoridades se volvieron virales, mostrando su compromiso con la seguridad y la imagen del club. Su intervención fue clave y rápidamente la situación comenzó a calmarse, lo que permitió que el partido se reanudara tras unos minutos de espera.
¡RIQUELME SE METIÓ EN LA TRIBUNA PARA PEDIRLE TRANQUILIDAD A LA HINCHADA DE BOCA! pic.twitter.com/aZwVweBGfB
— TyC Sports (@TyCSports) October 24, 2024
El presidente del club de La Ribera se paró entre medio de los efectivos policiales y los fanáticos boquenses para que la situación no pasara a mayores. Sin embargo, uno de los hinchas intentó agredir a los agentes y el ídolo de Boca lo frenó.
Sin embargo, uno de los policías sacó el gas pimienta y roció tanto al simpatizante como a Riquelme, que inmediatamente se alejó de la zona.
El tipo se bancó el gas pimienta de la cana con el lomo.
Del lado Juan Román Riquelme de la vida, hasta la siguiente vida. pic.twitter.com/Ju1Er2jSlo
— Boca TV (@BocaTeVe) October 24, 2024
A raíz de estos incidentes, Riquelme ha anunciado un plan para separar a los grupos conflictivos de la hinchada en futuros partidos. En una conferencia de prensa posterior, explicó que se llevará a cabo un censo para identificar a los hinchas problemáticos y se implementarán protocolos para evitar que se reúnan en las tribunas. La intención es garantizar un ambiente seguro donde los verdaderos aficionados puedan disfrutar del fútbol sin temor a la violencia.
La intervención de Riquelme y las acciones que seguirá tienen como objetivo restaurar la imagen del club y asegurar que situaciones como la del partido contra Gimnasia no se repitan. "Boca es un club de familia, y tenemos que cuidar esa esencia", expresó Riquelme, enfatizando que la seguridad es una prioridad.
Con las próximas jornadas de fútbol a la vista, todos los ojos estarán puestos en cómo se implementan estas nuevas medidas y si realmente lograrán reducir la violencia en las gradas.