Varios pueblos de Valencia han quedado arrasados. Una semana después del paso de la DANA todavía el barro, el lodo y el desorden reinan en las calles y en las instalaciones públicas. Uno de los más afectados ha sido el de Paiporta. ElDesmarque ha podido visitar el campo de fútbol de la localidad y las imágenes son desoladoras. Pasará mucho tiempo hasta que ahí de nuevo vuelva a rodar el balón.
Hemos estado con Javier Sáez, director deportivo del E1 Paiporta, que nos habla de las sensaciones que le genera ver el campo de 'El Terrer' así. “Nos da pena cómo está nuestro campo, nuestra casa. Nos da rabia porque esto no debería haber pasado. El mundo del deporte se ve afectado y de qué manera”, comenta.
El directivo también relata cómo fue esa tarde en donde el caos se desató en Paiporta tras las inundaciones. “Sobre las 11 de la mañana nos llama el técnico deportivo y nos dice que en la piscina que colinda al campo del fútbol hay una chapa suelta y que al final puede caer. Nos dice que por precaución vamos a cerrar las instalaciones”, comienza diciendo.
“Sobre las dos de la tarde suspendemos todos los entrenamientos del club por precaución y menos mal porque si no hubiera pillado aquí a unas 250 personas entre papás, jugadores, jugadoras…. No hubiéramos tenido escapatoria porque esto es una ratonera”.
Las actividades deportivas se suspendieron solo porque hacía aire, ni si quiera estaba lloviendo. Muchos padres en ese momento no entendieron que no pudieran ir sus hijos a entrenar. “Cuando pasó todo, al día siguiente solo eran muestras de agradecimiento porque hemos salvado, junto al ayuntamiento, muchísimas vidas de niños. Pensamos mucho qué hubiera pasado si no hubiera habido tanto viento y no suspendemos los entrenamientos. Te pone los pelos de punta”, confiesa Javier.
El campo de Paiporta es uno de los muchos que se han visto anegados por el lodo y el barro. El director deportivo de E1 nos cuenta las previsiones que hay de cara a recuperarlo. “Nos da mucha pena porque es nuestra casa. Esto va a tardar en reconstruirse. Nos han quitado nuestra casa, pero no la ilusión por volver a que los niños de Paiporta jueguen al fútbol”, dice al respecto.
A pesar de su equipo se ha visto afectado, Javier Sáez no dudó en tender una mano a los clubes de su alrededor que también están pasando por lo mismo.