A falta de una jornada para que termine la Premier League, el Manchester City y el Liverpool siguen luchando por el título. La clasificación la lideran los citizens con 90 puntos, uno más que su inminente perseguidor.
El equipo de Guardiola se enfrentará al Aston Villa, mientras que el cuadro rojo lo hará con el Wolvehmapton. Dos partidos cargados de tensión con cuatro equipos que dejan multitud de posibilidades para que se decida el campeón de liga en una jornada de horario unificado.
Para que el City consiga el título dependiendo de ellos mismos, les valdría con sumar los 3 puntos del día. En caso de empate, tendrían que confiar en que Anfield no ganen los locales. Por otra parte, con una derrota del cuadro de Guardiola, solo les valdría el mismo resultado de su competidor directo para cantar el alirón.
En el caso del Liverpool no pueden depender de ellos mismos en ninguna situación, pues el marcador del líder les irá dando más o menos oportunidades. Siempre será positiva la victoria, pues si fallan o empatan en el Etihad, los de Jurgen Klopp conquistarían la primera posición. El empate o la derrota les dejaría fuera de la lucha, pues aunque con la igualdad en el electrónico sumaría 90 puntos, en el caso de que el City pierda, seguiría siendo superior en diferencia goles.
Parece algo imposible, pero en el fútbol todo puede suceder. Actualmente, el equipo de Guardiola tiene una diferencia de seis goles sobre los de Klopp, algo que decantaría la diferencia general en caso de empate de puntos para el City.
Para llegar a forzar el partido único, debe terminar el encuentro de los citizens con una derrota de seis goles de diferencia y un empate de los reds a cinco. Las cuentas improbables partirían de un 0-6 a favor del Aston Villa y un 5-5 del segundo clasificado. También funcionarían otros resultados con el mismo final, pero que sumaran 1 a ambos equipos, por ejemplo un 1-7 y un 6-6 o un 2-8 y un 7-7.
Con esto, los dos llegarían a los 90 puntos y empatarían en la diferencia general y goles anotados, por lo que por criterio de la Premier, debería jugarse un partido en campo neutral para proclamar al campeón y se convertiría en un hito histórico.