Pep Guardiola atraviesa el peor momento de su carrera en los banquillos. Este domingo, el Etihad Stadium acogía una nueva edición del derbi de Manchester. La grada citizen arropaba a su técnico con un tifo de apoyo. Todo parecía reconducirse con el gol de Josko Gvardiol, pero nada más lejos de la realidad. En cuestión de dos minutos, el United remontó el choque en el tiempo añadido.
El técnico español, que vive su peor etapa como entrenador, recibió el cariño de los suyos, que recordaron los títulos que ha ganado en el City. Además, los aficionados también enseñaron pancartas con las cuatro Premier League seguidas que ha conquistado este equipo, el único en la historia de Inglaterra en lograrlo.
Pep Guardiola ya no puede estar nunca tranquilo. Su equipo tenía la victoria ante el Manchester United en el bolsillo en el minuto 88 y la regaló en dos acciones catastróficas, empeorando aún más el momento de un Manchester City que ya no gana ni al rival que mejor se le da (1-2).
El City, que tenía el partido hecho gracias a un gol de Josko Gvardiol, lo perdió todo en los minutos finales. Matheus Nunes hizo un penalti tonto (m.88) y Amad Diallo rubricó la remontada en el 90.
No fue este derbi uno de los mejores partidos de esta Premier. De hecho, muchos lo incluirían etre los peores de la temporada. Porque la mayoría de minutos fueron dramáticos, con dos equipos más allá de los nervios. Acobardados, dañados por sus últimos resultados y a la espera de un error del rival más que de intentar proponer algo.
REMONTADA ÉPICA DEL UNITED.
🔪 Golazo de Amad Diallo para el 1-2.
📈 8 derrotas en 11 partidos para el City de Pep.#LaCasadelFútbol pic.twitter.com/THJQR5ZD2v
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) December 15, 2024
El United ya había estado muchas veces en esta situación en la última década, no así un City que desde que está Guardiola se ha acostumbrado a arrollar en estos partidos. De 23 derbis de Mánchester, el técnico español ha ganado trece, perdido dos y empatado ocho.
Cuando Josko Gvardiol cabeceó un centro mordido de Kevin de Bruyne, Guardiola, lejos de explotar de emoción o de esbozar una sonrisa, hizo un gesto como diciendo "ya está bien". Como si ese tanto espantara la mala suerte y los problemas que arrastra su equipo desde hace dos meses.