El Rayo deja tocado al Almería y certifica la permanencia (2-0)

El Rayo Vallecano, con goles del central Antonio Amaya y el venezolano Miku, sumó una victoria que le permite asegurar la permanencia en Primera y deja muy tocado al Almería, que sigue en la zona baja de la clasificación y encadena cinco partidos consecutivos a domicilio perdiendo.

Después de caer goleado la pasada jornada en Balaídos, frente al Celta de Vigo, el Rayo veía en el partido contra el Almería una posibilidad de reivindicar todo lo que, según dijo en la previa Paco Jémez, había perdido su equipo en ese último choque.  Con ganas de agradar a su afición saltó al césped el Rayo, pero el partido no fue todo lo vistoso que prometía el técnico local debido a que el Almería, pese a estar muy necesitado de puntos, optó por no exponer demasiado y esperar a su rival dentro de su campo para salir a la contra.  El conjunto andaluz fió su juego a la rapidez en ataque del ghanés Thomas y del francés Thievy Bifouma, que aprovecharon lo adelantada que situó la defensa Paco Jémez para dejar constancia de su velocidad, aunque no fue suficiente para perforar la meta rival.  El Rayo, que había avisado de sus intenciones con un disparo de Trashorras que despejó Rubén Martínez, se adelantó en el marcador a los 23 minutos con una jugada protagonizada por sus dos centrales. Zé Castro puso un balón medido desde la derecha y Amaya de cabeza remató a gol en el segundo palo.  Con ventaja en el marcador, el Rayo se sintió más cómodo en el césped y obligó al Almería a arriesgar en su planteamiento, lo que por una parte mejoró sus prestaciones ofensivas, con un par de acercamientos que solventó bien Toño, pero también le hizo dejar más huecos en defensa, lo que provocó continuas llegadas de los locales por las bandas.  La entrada de Zongo en la segunda mitad dio otro aire al conjunto andaluz, que pudo lograr la igualada a los diez minutos de la reanudación con un disparo potente de Thievy que Toño repelió con una estirada.  La réplica no tardó en darla el Rayo, puesto que cuatro minutos después, en una jugada embarullada en el área del Almería, Embarba recogió un balón y con la zurda lanzó un disparo que Rubén despejó en el área pequeña y posteriormente Bueno se encontró en su remache con la mano de Dubarbier.  Mediada la segunda mitad, el venezolano Miku, en el primer balón que tocó, sirvió en bandeja un centro cruzado que Manucho, a la carrera, y Embarba, en el segundo palo, no acertaron a empujar a gol.  Esa acción terminó por meter el miedo en el cuerpo al Almería, consciente de que otro gol encajado haría imposible la remontada. Por ello, Sergi Barjuan indicó a sus hombres que había que había que irse arriba sin contemplaciones y Zongo, con un remate de cabeza que volvió a despejar por encima del travesaño Toño, evitó el empate.  Aprovechando el juego a la desesperada del Almería, el francés Gael Kakuta se inventó una jugada en la que se zafó de todos los jugadores que encontró a su paso y su disparo rebotó en Rubén y le cayó a Miku, que bajó con el pecho el balón y solo tuvo que empujar a gol.  Con la victoria, el Rayo suma 41 puntos y certifica la permanencia en Primera División una temporada más, objetivo que también tiene el Almería y que ahora se complica debido al exigente calendario que tiene por delante, con dos partidos a domicilio frente al Real Madrid y Sevilla y cuatro en casa ante Eibar, Celta, Málaga y Valencia.  Ficha técnica:  2 - Rayo Vallecano: Toño; Tito, Amaya, Zé Castro, Nacho; Kakuta, Trashorras, Fatau (Jozabed, m.49), Embarba (Pozuelo, m.76); Bueno (Miku, m.65); y Manucho.  0 - Almería: Rubén; Ximo Navarro, Trujillo, Dos Santos, Dubarbier (Hemed, m.73); Wellington Silva (Zongo, m.48), Ramón Azeez (Edgar Méndez, m.65), Corona, Espinosa; Thomas y Thievy.  Goles: 1-0: M.23 Amaya; 2-0: M.89 Miku.  Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Tito (m.76), del Rayo; y a Dubarbier (m.52) y Espinosa (78), del Almería.  Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga BBVA, disputado en el Estadio de Vallecas, ante 10.165 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Paulino Sardá, padre de José María Sardá, vicepresidente del Rayo.