Al igual que ocurrió la pasada campaña, en la que los tres porteros del Rayo tuvieron minutos por las lesiones y sanciones de unos y otros, la mala suerte bajo los tres palos parece que regresa al equipo nada más comenzar la temporada con la expulsión de Toño, el esguince de Cobeño y el debut inesperado de Juan Carlos.David Ramiro
La idea del Rayo de tener tres porteros experimentados esta temporada tiene su justificación más allá del tema deportivo, puesto que, si se recuerda la experiencia del pasado curso, la decisión se antoja acertada de pleno.
La temporada pasada una sucesión de lesiones y sanciones permitió a Toño, David Cobeño y Cristian Álvarez gozar de varias ocasiones para asentarse en la titularidad, pero ninguno de ellos pudo conservar el puesto mucho tiempo debido a esos contratiempos que, en ocasiones, surgen más en algunos equipos que en otros y que no tienen una explicación científica.
El punto de inflexión para la portería del Rayo llegó el pasado 8 de abril. Ese día, antes del derbi en casa ante el Real Madrid, Cristian Álvarez se lesionó en el calentamiento, Cobeño tuvo que jugar casi sin calentar, y Toño, que estaba en la cama enfermo, tuvo que ser avisado rápidamente junto con un portero del filial para que, el primero que llegara antes al estadio, ocupara la plaza en el banquillo.
Ese fue el detonante que hizo que, tras una temporada plagada de contratiempos, el técnico Paco Jémez decidiera que desde ese momento a todos los desplazamientos irían tres porteros.
Esta temporada, en la jornada dos, de nuevo regresan los quebraderos de cabeza a la portería del Rayo. A lo largo de la semana previa al choque, David Cobeño se lesionó en un entrenamiento, por lo que a Vigo fue convocado Alberto Díaz, portero del filial.
Nada más comenzar el choque, a los nueve minutos, Toño fue expulsado y Juan Carlos, último portero en llegar al equipo y descarte la primera jornada ante el Valencia, tuvo que debutar de manera inesperada.
La expulsión de Toño, que supuso el primer gol de penalti del Celta, obra de Nolito, decantó el partido, que ganó el conjunto gallego cómodamente por 3-0.
"Me voy fastidiado a pesar de haber podido jugar con el Rayo Vallecano en Primera, que es lo que siempre había querido. Hemos perdido tres puntos en un partido que se puso muy complicado con la expulsión, pero el equipo hizo un gran esfuerzo y hay que estar contentos por eso. Todos trataron de dar la cara, aunque no es fácil jugar ante un equipo como el Celta en inferioridad tanto tiempo", dijo al término del choque Juan Carlos.
Con Toño sancionado y Cobeño a la espera de recuperarse de su esguince de tobillo, podría darse la circunstancia de que Juan Carlos fuera titular la próxima jornada ante el Deportivo y que uno de los porteros del filial, Alex Campos o Alberto Díez, ocupase una plaza en el banquillo.
"Voy a seguir trabajando como el primer día en el que llegué aquí y si el entrenador decide que salga al campo, pues a intentar hacer las cosas bien y a hacer lo que me pida", comenta Juan Carlos.
De momento, y hasta el siguiente partido, el 14 de septiembre contra el Deportivo, el Rayo tiene quince días para recomponerse del contratiempo y analizar aciertos, errores y recuperar efectivos.