Por segunda vez esta temporada, el estadio de Vallecas colgó el cartel de 'no hay entradas' en sus taquillas debido al llamamiento que hizo la directiva del Rayo para que acudiera en masa a animar al equipo y se convirtiera en el jugador número doce del conjunto franjirrojo frente al Getafe.
La transcendencia del partido, con la permanencia en juego frente a un rival directo e igual de necesitado como el Getafe, unido a una promoción de precios populares para acompañantes de abonados, hizo que Vallecas luciera su mejor gala de la temporada en una noche para soñar.
El Getafe, que llegó a la cita tras diez partidos sin conocer la victoria, se encontró en Vallecas un ambiente hostil y nada favorable para sus intereses.
Durante todo el partido, la afición vallecana no paró de animar a sus jugadores con los habituales cánticos y, con la dosis de originalidad que caracteriza a los abonados del fondo, también se leyó en una amplía pancarta una consigna que resumió su apoyo: "Nosotros siempre hemos tenido la cura. Mitad de amor y mitad de locura".
Ondeando banderas y cantando sin parar, la afición vallecana creó un espectáculo de sonido y color bajo el lema 'Este barrio nunca se rinde' que llevó en volandas a su equipo como en otras grandes noches, una de ellas la recordada del 'Tamudazo' frente al Granada el 13 de mayo de 2012 que supuso una permanencia.
Frente al Getafe, una final por la salvación de ambos, el Rayo salió por la puerta grande de Vallecas y se aferra a una permanencia que ve más cercana que su vecino de la Comunidad de Madrid.