La derrota de la última jornada frente al Mallorca mantiene al Rayo con 28 puntos, a solo uno del descenso, y lo iguala en números transcurridas 25 jornadas a la campaña 2003/2004, cuando terminó descendiendo a Segunda B.Si el 2016 fue un año para olvidar para el Rayo por el descenso a Segunda, el inicio de 2017 no está siendo mejor para el conjunto madrileño, que sigue coqueteando con la zona peligrosa de la clasificación y los resultados no están siendo nada buenos.
De los seis partidos que ha disputado el Rayo en lo que va de 2017, el balance de resultados es de una victoria, dos derrotas y tres empates, lo que supone seis puntos de dieciocho posibles, con cinco goles a favor y seis en contra.
Si este mal inicio de año que ha tenido el Rayo se enlaza como el final de 2016, los datos reflejan que de los últimos ocho partidos solo ha ganado uno.
De esta forma, el conjunto madrileño es decimosexto en la clasificación con 28 puntos, solo uno por encima del Córdoba, que cierra el descenso, y a cinco del Nàstic, el colista de la categoría.
Esos malos números que está teniendo el Rayo esta temporada lo igualan a la temporada 2003/2004, cuando llegó a la jornada 25 con 28 puntos, en una dinámica muy negativa, y acabó descendiendo a Segunda B.
Aquel año el cambio de entrenadores en el Rayo fue constante y hasta cuatro -Julen Lopetegui, José Luis Martín, Jorge D'Alessandro y Txetxu Rojo- pasaron por el banquillo. Esta temporada, José Ramón Sandoval fue destituido en la 13 y su sustituto, Rubén Baraja, se encuentra muy cuestionado, por lo que un nuevo traspiés del equipo podría suponer su despido.
El próximo partido liguero frente al Mirandés, el domingo 19 de febrero en Vallecas, se antoja vital para el Rayo. Una victoria le permitiría coger aire en la clasificación, pero un empate o una derrota ante un rival directo por la permanencia le podría hacer caer en descenso.