Los malos resultados del Rayo Vallecano en sus ocho primeros partidos de Liga, además con cuatro encuentros sin ganar en su estadio, han hecho que, antes de que surja el habitual debate sobre la continuidad del entrenador, plantilla y afición cierren filas con Míchel en las últimas horas.
El Rayo es penúltimo de la clasificación con cinco puntos, solo ha ganado un partido, precisamente contra el colista, el Huesca, y ha encajado dieciocho goles, lo que supone una media superior a dos tantos por encuentro.
Con estos números, la preocupación que reina alrededor del equipo es evidente, sobre todo también porque el rendimiento en casa, antaño su tabla de salvación, está siendo muy malo. Ha disputado cuatro partidos en Vallecas y de doce puntos en juego solo ha sumado uno, contra el Espanyol (2-2). Ha perdido con Sevilla (1-4), Alavés (1-5) y Getafe (1-2).
Los dos partidos que el Rayo afronta en los próximos seis días frente a Athletic Club de Bilbao y Girona, que tienen 8 y 9 puntos, respectivamente, van a marcar el futuro del equipo y también de Míchel.
Mientras tanto, gran parte de la afición rayista demuestra su confianza y su cariño al técnico madrileño, del que recuerdan que lo ascendió a Primera el pasado curso.
"Míchel quédate" o "Míchel, contigo siempre" fueron algunos de los cánticos que se escucharon en las gradas del estadio de Vallecas en el último partido contra el Getafe, en el que además la afición despidió con aplausos al técnico madrileño, que sobre el terreno de juego se emocionó viendo a la hinchada del fondo como coreaba su nombre.
Dos voces autorizadas del vestuario rayista, Adrián Embarba y Alejandro Gálvez, también han mostrado públicamente su respaldo a Míchel en conferencia de prensa.
"Confiamos en el míster, en el trabajo que hacemos y en que podemos revertir la situación", comentó Embarba, mientras que Gálvez apuntó que la plantilla está "con el entrenador, con buena predisposición y poco a poco irán llegando los resultados".
En las redes sociales también Míchel está notando el calor de la afición rayista, como es el caso de los Bukaneros, que le recuerdan que "el infierno quema menos si es contigo y de la cuna hasta la muerte".
Tras cumplir etapas como jugador en las distintas categorías del Rayo, Míchel llegó al primer equipo, disputó 425 partidos oficiales y se retiró en 2012 en la máxima categoría. Desde entonces trabajó en el club hasta que el 21 de febrero de 2017 acudió al rescate del equipo de sus amores como entrenador.
En su primera temporada salvó al equipo del descenso a Segunda B y en la segunda logró un histórico ascenso a Primera como campeón de la categoría. Transcurridas ocho jornadas de Liga, su sueño más inmediato ahora es sumar la primera victoria en Vallecas esta temporada y salir del descenso.