David Ramiro
Madrid, 8 abr .- La victoria de la última jornada frente al Valencia, unido a que le han acompañado los resultados de otros rivales que pelean por la permanencia, ha hecho que el Rayo Vallecano recobre su sueño de la salvación gracias a la revolución que ha protagonizado desde su llegada Paco Jémez.
Hace tan solo dos semanas, el Rayo vivía en estado depresivo. Acumulaba siete derrotas consecutivas, el equipo afrontaba los partidos mermado de moral por su caída libre sin freno y esa mala racha acabó con la destitución de Míchel.
La vuelta de Paco Jémez al banquillo, tras su marcha en 2016, ha dado un nuevo aire a este Rayo y sobre todo le ha levantado moralmente, el aspecto que más le preocupaba cuando asumió el mando de la plantilla el pasado 20 de marzo.
En estos tres primeros partidos con Jémez al frente, el Rayo ha sumado cuatro puntos de nueve posibles y ha recortado distancias con la salvación hasta el punto de que está a solo tres de la salvación.
Contra Betis, Eibar y Valencia, el Rayo se adelantó las tres veces en el marcador y se fue al descanso ganando, aunque ante los dos primeros no supo mantener su ventaja. Sí lo hizo frente al Valencia, al que ganó poniendo además fin a la buena racha del conjunto de Marcelino, que llevaba diecisiete partidos sin perder, y dejó su portería a cero por primera vez en nueve encuentros, desde el 28 de enero contra el Alavés.
"Paco nos contagia su valentía y nos hace salir al campo con confianza", dijo al término del último partido el portero Alberto García, que ha vuelto a recuperar la titularidad con Paco Jémez, tras perderla hace cinco meses, el 3 de noviembre de 2018.
Jugadores que estaban teniendo poco protagonismo con Míchel como el centrocampista José Ángel Pozo, el lateral Tito o el extremo portugués Bebé también están teniendo un papel protagonista en esta nueva etapa.
Jémez además ha cambiado el esquema táctico con el que venía jugando el Rayo de Míchel y ha pasado de actuar con una línea defensiva de cinco, con dos carrileros rápidos subiendo y bajando, a una de cuatro con dos laterales puros y dos centrales cuya misión, aparte de defender, es la de sacar el balón jugado desde atrás.
Las habituales señas de identidad de los equipos de Paco Jémez, intensos, aguerridos y protagonistas con el balón, se han vuelto a ver por Vallecas, dónde la afición parece disfrutar con un espectáculo que hace tiempo no veía y que la última jornada hizo irse a la afición con una sonrisa a casa.
Aun así, la situación que vive el Rayo es muy complicada. Las cuentas que hacen desde el club pasan por ganar cuatro partidos de los siete que quedan. Por Vallecas pasarán Huesca, Real Madrid y Valladolid, y como visitante jugará contra Athletic Club, Sevilla, Levante y Celta de Vigo.
"Quiero creer en la salvación porque lo que veo en el equipo me da pie a ello. Creo que hay aspectos para agarrarse. Esto nos tiene que refrendar en ser mejor. Tenemos argumentos válidos para pelear y luchar por salvarnos y espero que acabe con un final feliz", comentó Paco Jémez tras ganar al Valencia.
Lo que está claro es que el pesimismo que había hace unas semanas se ha convertido en un mensaje moderado de ilusión positiva, aunque la realidad dicta que el Rayo tendrá que sufrir para una salvación que se antoja muy difícil.