Cinco días después de hacerse oficial su fichaje por el Rayo Vallecano e incorporarse a la dinámica de trabajo del equipo madrileño, el internacional peruano Luis Advíncula jugó frente al Alcorcón a la espera de concretar su futuro, que a dos semanas de empezar la Liga española es una incógnita.
Advíncula, finalista de la última Copa América, jugó la pasada temporada cedido en el Rayo por parte del Tigres mexicano, que hace menos de una semana traspasó definitivamente al equipo madrileño, hasta 2022, al lateral peruano.
La operación, que según ha podido saber EFE de fuentes del club rondó los tres millones de euros, supone una apuesta importante del Rayo, que no suele acometer este tipo de operaciones y siempre es más vendedor que comprador.
A falta de dos semanas para que comience la Liga española, el futuro de Advíncula es una incógnita y se contemplan tres escenarios posibles.
El valor del jugador y sus pretensiones, sobre todo deportivas, le podrían hacer salir bien en calidad de cedido con vistas al futuro o como traspasado en este mismo mercado de verano por un precio superior, aunque el club madrileño tampoco descarta que se quede en Segunda y sea una pieza importante para intentar el ascenso a Primera.
De momento, cinco días después de unirse a la dinámica de trabajo de sus compañeros en el Rayo, Advíncula jugó el Trofeo Vallecas frente al Alcorcón. Entró al campo en el descanso sustituyendo a Tito, se situó en el lateral derecho y vivió desde el césped la derrota en el derbi amistoso (2-3).
La pasada temporada, Advíncula disputó en España con el Rayo Vallecano 29 partidos oficiales, todos menos uno como titular, y marcó un gol.
Comenzó la temporada como titular con Míchel pero la llegada de Paco Jémez al banquillo, unido a una expulsión que también le supuso un castigo deportivo de su técnico, le relegaron a un segundo plano a partir de la jornada 32. De hecho, de los diez encuentros que dirigió Jémez solo participó en tres.