La indignación de la afición del Rayo Vallecano tras el lío con las entradas: de hacer noche a venir desde fuera de Madrid

El Rayo Vallecano es un equipo a la deriva. Lo que pasa en el terreno de juego, con el equipo jugándose los puestos europeos, es sólo un espejismo para tapar lo que ocurre con la gestión del club. Y esto ha vuelto a quedar demostrado justo antes del día más importante de la historia del club.

En año de Centenario y con el equipo muy cerca de jugar en Europa, la presidencia del club sigue anclada al pasado. Sin venta online para las entradas, publicando el precio de estas el jueves a las 21.00H y abriendo taquillas el viernes, un día antes del partido, las largas colas han vuelto a ser protagonistas en la Calle Payaso Fofó.

Quejas e indignación de la afición del Rayo Vallecano

Con el desconocimiento de muchos aficionados por no saber cuándo saldrían las entradas, este pasado miércoles de madrugada comenzaron a llegar aficionados a las taquillas del estadio. "Llegué el miércoles a las dos de la mañana", decía un hincha en los micrófonos de ElDesmarque.

El jueves, estos aficionados se multiplicaron, pero los taquilleros (que nada tienen que ver con lo que pasa), avisaron a los aficionados que no saldrían hasta el viernes. "Cuando lo dijeron hubo gente que se marchó y otra que se quedó para no perder el sitio", comenta una señora mayor.

Si comprar entradas es una misión imposible para los vallecanos, mucho más para la gente de fuera de Madrid. "Yo vivo en Toledo. Esto es culpa de la gestión del presidente", comentaba un hincha, indignado con que no exista venta online para los aficionados de fuera del barrio.

La mañana de este viernes, esas colas ya rodeaban el estadio, con muchos aficionados que han tenido que dormir en sillas o hacer cambios con amigos para no perder el sitio. "Este grupo me ha guardado el sitio. Hicieron una lista y fueron repartiendo números. Gracias a ellos, porque aquí te puedes mirar y a este señor (en referencia al presidente) no le preocupa", dice una mujer mayor sentada en una silla. "Solo mira su bolsillo", zanja cabreada.

En una imagen de otra época y siendo el único equipo del fútbol profesional que sigue en esta situación, el club asegura que es para impedir la reventa. Algo que no deja de ocurrir, con los mismos de siempre en la puerta de taquillas. Una larga noche en la que los aficionados han cantado contra la presidencia, han animado al Rayo Vallecano y en la que han pasado el tiempo de la mejor manera posible. "Hay gente jugando a las cartas, al mus, bebiendo, es lo que hay. Yo estoy aquí por mi novia y por el Rayo", decía otro. Sin duda, una imagen que no por se habitual en Vallecas, deja de ser lamentable.