El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, ha explicado que en el partido de mañana contra el Deportivo, después de despedir el 2016 con una derrota en el derbi y la eliminación de la Copa, su equipo quiere demostrar que se "levanta ante la adversidad" para seguir adelante.
El técnico ha mantenido que ha visto a sus jugadores "fantásticos" en estos primeros días de 2017. "Todos quieren mejorar. No nos conformamos con nada y tenemos que seguir creciendo. Queremos mantener nuestra conexión con los aficionados porque lo deportivo tiene que ver también con lo sentimental", ha aseverado.
Respecto al Deportivo, el preparador blanquiazul ha mantenido que el cuadro gallego es un buen bloque. "Controla el 'timing' del partido y necesitamos acoso, elegir dónde poner las dificultades. Intentaremos ser un conjunto compacto defensivamente, pero al mismo tiempo que nos sintamos a gusto con el balón", ha dicho.
Quique confía en que su equipo muestra una buena versión, aunque "nunca sabes qué pasará después de estos descansos". De todos modos, ha insistido en que el traspiés de la Copa del Rey es una lección útil: "Está bien que esos avisos nos pongan en órbita. Si no damos el cien por cien no somos tan especiales".
Cuestionado por si la ausencia en la convocatoria del delantero Álvaro Vázquez, al que el entrenador mandó al banquillo en el partido de Copa tras su enfado, es un castigo, el técnico ha mantenido que "no exactamente". "Es una decisión técnica, le hemos dado el mismo cariño que al resto", ha apostillado.
Por último, ha valorado la titularidad del portero Roberto ante la lesión de Diego López: "Es bastante injusto que se lleve a Roberto por el túnel de la revancha, de la oportunidad. Se trata de un portero con una gran trayectoria".