El Espanyol es consciente de que debe mejorar en defensa de forma urgente si quiere recuperar la dinámica de resultados que lanzó al equipo a la zona alta de la clasificación en el primer tramo de la temporada, ya que los blanquiazules han encajado nueve goles en los últimos cuatro partidos de LaLiga Santander.
El rendimiento en tareas de contención del cuadro catalán ha bajado muchos enteros en las últimas jornadas. En el Sánchez Pizjuán el Espanyol recibió un 2-1, perdió contra el Girona con un 1-3, cayó frente al Getafe tras un 3-0 y fue arrollado por el Barcelona en el derbi, en el RCDE Stadium, por un contundente 0-4.
No es un buen momento para la defensa. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores asumen que mantener la portería de Diego López a cero es una de las grandes asignaturas pendientes. El entrenador, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', trabaja para recuperar las buenas sensaciones en todas las líneas, también atrás.
El Betis examinará si todo el trabajo desde el derbi, tanto a nivel táctico como de recuperación anímica, ha dado resultado. El Espanyol ha encajado veinte goles en total, ocho en casa y doce a domicilio. El cuadro andaluz, por su parte, suma 16 dianas a favor esta temporada.
Rubi tiene un problema añadido para esta jornada. El preparador deberá recomponer la línea defensiva tras las ausencias del central Mario Hermoso, que estará un mes de baja por un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo, y el lateral izquierdo Dídac Vilà, sancionado por acumulación de amarillas.
El entrenador tiene dos alternativas para el puesto de central: el brasileño Naldo y el costarricense Óscar Duarte, que fue titular contra el Barcelona. En el carril izquierdo, el venezolano Roberto Rosales y el canterano Pedrosa son las opciones que baraja el técnico blanquiazul para este partido.