El Espanyol firmó contra el Betis (1-3), en el RCDE Stadium, la quinta derrota consecutiva en LaLiga Santander, una dinámica nefasta a nivel de resultados que le ha colocado en el undécimo puesto de la clasificación con 21 puntos y que ha encendido las primeras alarmas.
El conjunto blanquiazul ha pasado de pelear por el coliderato de Primera división a caer en picado en un final de 2018 para olvidar. Sevilla, Getafe, Girona, Barcelona y Betis han superado a los pupilos de Joan Francesc Ferrer 'Rubi', que tras el último traspiés pidió perdón a la afición.
Este Espanyol no es el que era. Lo que antes funcionaba y brillaba, ahora se atasca. Es el caso de la defensa, que ha encajado quince goles en los últimos cinco compromisos de liga. Actualmente, los blanquiazules son el sexto equipo que más dianas recibe de toda la competición.
Tampoco queda rastro de un ataque notable, de los más efectivos de LaLiga Santander gracias a al papel de Borja Iglesias, máximo realizador blanquiazul. En estas últimas cinco jornadas, los catalanes únicamente han firmado dos tantos a favor, lastrando su colección de puntos en la clasificación.
En general, el juego del equipo también presenta diferencias. El Espanyol renunció a su apuesta ofensiva contra el Barcelona, algo que no había hecho hasta ahora en todo el curso.
Contra el Betis, pese a la derrota y hasta los diez minutos fatales del desenlace, presentó un buen nivel, pero en los últimos duelos su brillo baja.
El vestuario está convencido de poder revertir de la situación. Nadie en el grupo duda de la capacidad del equipo para hacerlo. Y, precisamente, haber rendido tan bien en el primer tercio del curso invita al Espanyol al optimismo. De todos modos, los futbolistas reconocen que deben reescribir de inmediato este guión.
El próximo partido del Espanyol, el último del año 2018, es contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. El choque ante los rojiblancos se presenta como un examen, tanto por la entidad del rival como por la del escenario. Además, claro, por la mala dinámica que atraviesan los pericos.