El Espanyol recibe al Rayo Vallecano este domingo en el RCDE Stadium después de empatar contra el Villarreal en La Cerámica (2-2) y sumar cuatro puntos de los últimos 33 en LaLiga, una situación que el vestuario catalán confía en enderezar lo más rápidamente posible.
Exponemos cinco motivos por los cuales el encuentro ante el equipo franjirrojo podría y debería de ser considerado como una final:
Ambos conjuntos miran a la zona baja de la clasificación. El Rayo Vallecano está en descenso, es decimoctavo, y el Espanyol está dos puntos por encima de la zona roja. El resultado de este partido puede intercambiar los papeles. Es un pulso determinante.
En las últimas semanas, la figura del entrenador ha estado bajo los focos. Tanto los responsables del área deportiva como el vestuario le han mostrado su apoyo. Sin embargo, un mal resultado podría afectar a su crédito.
La dinámica gris del equipo en cuanto a resultados es obvia. En cualquier caso, el juego del Espanyol muestra crecimiento y evolución. El cuerpo técnico va recuperando efectivos, especialmente en defensa, y el rendimiento del bloque debería ir a más.
El Espanyol muestra su mejor versión cuando actúa como local. En el RCDE Stadium, el equipo ha sumado 18 puntos, más del doble de los que ha logrado como visitante (7). La fortaleza del cuadro de Rubi como anfitrión debe ser clave en el choque frente al Rayo.
Será la primera vez que la afición podrá disfrutar de las nuevas incorporaciones en el mercado de invierno en su casa. El extremo chino Wu Lei y el atacante argentino Facundo Ferreyra ya debutaron contra el Villarreal. No lo hizo el medio bisauguineano Alfa.