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Érase una vez un chino, un héroe y el VAR

Darder, celebrando su tanto (Foto: EFE).
Periodista especializado en Sevilla FC y Betis.

El Espanyol sumó una victoria importantísima este sábado en Cornellá ante el Rayo Vallecano cuando nadie lo esperaba. El equipo de Rubi, tras marcharse perdiendo al descanso, empujó a su rival hasta el límite insospechado y consiguió, primero provocar un penalti para empatar y, después, anotar hasta dos tantos para besar la remontada. Y como suele suceder en los cuentos, todo tuvo sus nombres.

Introducción: El Espanyol saltó a Cornellá dormido. Superado. Ni saltó. El Rayo Vallecano, un equipo que no ha dejado de crecer desde que se liberase de la tensión de las derrotas, pisoteó a los de Rubi, les hizo un gol y les perdonó antes del descanso.

Pasaban 30' del reloj y Piatti se iba lesionado. Las desgracias no entran en el cajón de Rubi, pero ellas van a su ritmo. Estaban dispuestas a seguir castigando.

Sin embargo, desde China llegó el chico que estaba dispuesto a cambiarlo todo. Wu Lei, el nuevo ídolo de masas en Cornellá, entró en el campo, levantó a todos sus aficionados y dijo: 'Eh, aquí he venido a ganar'.

Nudo (o con el nudo en la garganta): El bocadillo de la merienda costaba tragarlo. Poca saliva en los labios de Rubi y menos aún en aquellos aficionados (los de siempre) que parecían haber perdido la ilusión. Su equipo acumulaba una nueva derrota y el pesimismo estaba instalado -casi- como virus: no había forma de quitárselo.

Tras el paso por la caseta, cambió el equipo. Querían cambiar, pero para ello hacía falta un héroe. El chico achinado no era suficiente, Wu Lei necesitaba a su compañero de equipo. Robin siempre necesita a Batman.

Desenlace: Y Batman llegó. Aunque no fuese fácil.

Como en toda historia de superhéroes, intentaron quitárselo y el VAR, el Joker de la historia, no dejaba de sonreír, de mirar a los jugadores del Espanyol con el recelo de saber que la historia tendría final feliz.

Con Batmóvil o con lo que quisiera sacarse Darder, el centrocampista anotó un tanto, levantó al público y a pesar de que se lo anularon, tuvo fuerzas para sacarse otro golazo increíble que hizo explotar a la grada.

El inmenso encuentro realizado por Wu Lei estuvo acompañado por una increíble reacción y creencia de Darder.

Cuento con final feliz. Milagro. Resurrección. Llámenlo como quieran, pero disfruten.

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