El RCD Espanyol afrontará este jueves el partido de ida de la ronda preliminar final de la Europa League. La última eliminatoria para certificar su compromiso europeo llegará ante un equipo, el Zorya Luhansk, acostumbrado a jugar lejos de su afición.
El conjunto ucraniano (su licencia para competir en Europa proviene de este estado) tiene como residencia oficial la ciudad de Lugansk, en medio del conflicto que tiene su país con Rusia. El Óblast (provincia) del que es capital se sometió a un referéndum en 2014 para proclamar su independencia de Ucrania.
Del mismo modo que sucedió con Donetsk, Lugansk se valió de poseer ciudadanos cercanos a Rusia para acercarse a ese país como una provincia declarada independiente. También Crimea pasó a manos rusos, aunque en este caso con invasión del país presidido por Vladimir Putin.
Por esta situación, el Zorya no puede disputar sus partidos en el Avanhard Stadium, su estadio habitual. Los seguidores del conjunto 'Muzhyky' deben desplazarse hasta Zaporizhia para poder asistir a los partidos como local de su propio club. Una ciudad con la 'particularidad' de encontrarse a más de 400 kilómetros de su localidad.
El Shakhtar Donetsk también tiene vetado su propio recinto para las competiciones UEFA y sufre un 'destierro' similar. En su caso, la ciudad elegida fue Járkov y ambos clubes ven cómo los ambientes desangelados en sus gradas cuando juegan en 'casa' les castiga en favor de sus equipos rivales.
Esta es la situación del club al que se enfrenta el Espanyol en esta eliminatoria tan especial. El Zorya Luhansk ya sabe lo que es complicarle la vida a los equipos españoles. Los ucranianos vencieron al Athletic Club por 0-1 en San Mamés y obligaron a los 'leones' a superarles por 0-2 en Ucrania para poder superar la fase de grupos de la Europa League hace dos temporadas.