Europa, aquí tienes de nuevo al RCD Espanyol. Aquella maravillosa minoría a la que no le importaron las críticas, tampoco los obstáculos y mucho menos el amargor de una década lamiendo el polvo. Porque los sueños son posibles para todo aquel que lo desea. Porque el trabajo siempre tiene su recompensa y los frutos no son más que el premio a lo que se siembra. Y aquí está de nuevo el periquito más famoso del país, al que ahora le toca volar alto y recorrer Europa.
Quién lo diría, 12 años han pasado ya de aquella final en Hampden Park. La noche en la que el Espanyol llegó a lamer el dulzor de la gloria, pero el amargor del fútbol se volvió a tapar con ellos. Más de una década han tenido que esperar en la Ciudad Condal para volver a ver a su equipo competir con los mejores, para pasear con orgullo un nombre que recorrerá toda Europa.
Un equipo dos veces finalista en la Copa de la UEFA, desde aquella cita ante el Leverkusen en 1988 hasta el amargor de la derrota de Ernesto Valverde en 2007. Pero el pasado solo guarda recuerdos. Ahora se vive, y se disfruta, el presente. Y por delante, un año para la historia.
Aquel "Europa nos debe una" ya es realidad. Por todos los que soñaron, por los que bajaron al barro para luego dar guerra en la élite, por los que lucharon, por los que creyeron. El Espanyol ya está de vuelta.