Todo en contra

El RCD Espanyol sufría este domingo una dolorosa derrota ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. Un duro resultado que deja al conjunto perico en la penúltima posición de la tabla con tan sólo ocho puntos.

Un resultado adverso que no muestra con exactitud el partido del cuadro catalán en la capital de España. Y es que los hombres de Pablo Machín llegaban a la cita con la cabeza puesta en la importancia de la misma. Una 'final' que podría servir para dar un puñetazo encima de la mesa.

El duelo comenzaría de la mejor manera posible con un auténtico golazo de Sergi Darder para estrenarse esta temporada en la parcela anotadora. Una diana que hacía justicia al buen arranque de un equipo que comienza a mimetizarse a la perfección a lo que le pide su nuevo técnico.

Pero todo lo bueno acaba pronto. O eso parece en este inicio de temporada. El primer gran revés llegaría segundos antes del descanso. Y es que una jugada anulada por fuera de juego de Álvaro Morata sería revisada por el VAR y terminaría con el empate de Ángel Correa. Un duro palo que hizo que los fantasmas de la temporada sobrevolasen por el túnel de vestuario y acompañase a los jugadores pericos durante todo la segunda mitad.

Y es que como comenta el propio Pablo Machín: "Como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas". Una frase que define a la perfección lo sucedido en el Wanda Metropolitano.

La segunda gran polémica llegaba en los últimos instantes del choque. Gil Manzano decidía anular un tanto a David López por un leve toque sobre Koke en el minuto 84. Un gol que hubiese hecho justicia en el marcador y que habría ayudado a levantar la moral de un vestuario tocado.