Ridículo por incomparecencia

El RCD Espanyol protagonizó un triste encuentro este domingo en el Estadio de la Cerámica ante el Villarreal CF (5-1) y se marcha de vuelta a Barcelona con la sensación de haber perdido todo tipo de esperanza de brillar esta temporada. Los tres goles de Yeremy Pino en la primera mitad dejaron el partido cerrado tras los primeros 45', cerrándose con otro más del extremo y un último tanto de Dia tras el gol de Keidi Bare.

Perder por no presentarte. El Espanyol saltó, en lo físico, al Estadio de la Cerámica, pero estuvo lejísimos de presentarse mental y competitivamente ante el Villarreal. Los de Unai Emery no perdonaron y el resultado (casi) se quedó corto.

No habían pasado ni cinco minutos y el drama era real. El Espanyol, con el mismo once que ante el Sevilla, se mostró nervioso y el intento de sacar el balón jugado, a la primera, casi le cuesta un disgusto. La de Puado, solo en el área pequeña mandándola a la grada, evidenciaba la falta de intensidad. Pero quedaba lo peor.

Apenas esperó el Villarreal para dar el primer golpe. Tras un centro desde la izquierda de un Estupiñán que superó con creces a Puado y a Óscar Gil, de forma increíble, el pequeño Yeremy Pino superaba por alto a Cabrera y ponía el primero (1-0, m. 14).

Sería la hora o el momento, pero el Espanyol no reaccionó con el gol. Poco después, antes de los 20', Yeremy Pino volvería a aprovechar la debilidad defensiva blanquiazul para, tras encontrarse con un balón suelto, para poner el segundo en el marcador y dejar todo listo para sentencia (2-0, m. 20).

El Espanyol intentó reaccionar, pero faltó punch, criterio y ganas para amenazar al rival. RDT se pasó 45' mirando al cielo y Puado corrió mucho más en lo defensivo que en ataque. La historia amenazaba a tormenta y Yeremy Pino, un minuto antes del descanso, aprovecharía otro grosero error defensivo para poner el tercero.

La segunda mitad fue un castigo para los aficionados blanquiazules, que vieron que su equipo, ni con el Villarreal a medio gas, pudo reaccionar; Yeremy Pino anotó el cuarto, Keidi Bare se encontró con un gol, Dia metió el quinto... y pudieron caer algunos más del lado amarillo.

Fin a un domingo horrible para el Espanyol, que fue goleado no por empuje, no por insistencia, sino por simple incomparecencia.